En nuestro caso concreto, la arcilla se produce manualmente para mantener las características originales del producto. Pasa por varias fases que intentaremos explicar con detalle.

Extracción de la arcilla

Se extraen dos tipos de arcilla, roja y blanca, que después de ser combinadas en la proporción adecuada, darán lugar a la materia prima que es usada en azulejos y otros productos. Durante el proceso de extracción es necesario ser cuidadoso y hacer una buena limpieza alrededor de la veta de arcilla para que no esté contaminada con piedras, suciedad o con cualquier otro material que pueda dañar la calidad de la arcilla. Ambos tipos de arcilla, roja y blanca, son transportados en camiones para cerámicas y son almacenados en lotes separados, siendo mezclados solamente en el momento en el que tiene lugar la fase de preparación de la pasta. Esto se debe a que no siempre usamos la misma cantidad de ambas, ya que depende del tipo de Terracota que queramos producir y del resultado final que queramos, del tono, etc.

Preparación de la pasta

La arcilla se mezcla primero en la proporción deseada, antes de ser aplastada y amasada, adquiriendo una consistencia similar a la plastilina. Se deja reposar la pasta durante algún tiempo para que adquiera una mejor consistencia, de manera que pueda ser moldeada en varias formas y tamaños. Esta es la única fase en la que las máquinas son usadas para facilitar el proceso. Hasta hace relativamente pocos años, todo el trabajo de preparación de la pasta era hecho manualmente, lo que además de ser un trabajo muy duro, llegaba a ser insoportablemente caro.

Moldeado de la Terracota

A partir de aquí nuestro proceso de fabricación es diferente, ya que los azulejos, ladrillos y otras piezas decorativas son todos moldeados a mano, uno a uno, dando a cada pieza una apariencia única. Todavía tenemos dos formas de hacer la terracota, que depende esencialmente de la manera en que sacamos la pasta del molde: con arena o con agua. La mayoría de la terracota que producimos como un acabado natural de arcilla tiene el color original de la pasta que es moldeada. Sin embargo, los famosos “Azulejos de Santa Catarina” tienen un acabado con arcilla blanca con algunas vetas verticales hechas con los dedos de la persona que los moldea en el mismo momento en que lo hace. En la fase de moldeado, el trabajo se realiza por equipos de dos personas: uno que da forma a la terracota y otro que hace los acabados y los pone en secadoras.

Secado

Es necesario que la arcilla se seque por complete antes de ir al horno. El tiempo de secado puede durar una semana en verano, o más de un mes en invierno. Es ocurre porque el secado se hace de manera natural a temperatura ambiente. En esta fase algunas partes pueden agrietarse o deformarse si hay grandes cambios de temperatura. Esto ocurre especialmente en las piezas de mayor tamaño: terracota 40x40cm y 30x30cm.

Cocción

Después de ser secada, la arcilla se introduce en el horno donde se coloca por capas: en la parte inferior del horno colocamos los ladrillos “ladrillo burrito”, luego los azulejos de diferentes formas y tamaños, y finalmente, en la parte superior, las piezas más pequeñas y los azulejos. Y después de unas pocas horas de precalentamiento, los azulejos son cocidos lentamente en el horno, durante más de 30 horas, adquiriendo un matiz natural. El horno funciona con madera, serrín y orujo de oliva.

Sacar del molde y entarimar

Después de que termine el proceso de cocción, es necesario esperar de cuatro a cinco días a que se enfríe el horno. Solamente entonces se podrán sacar las piezas del molde. El proceso se hace completamente de forma manual: el material es sacado del horno, separado, seleccionado y colocado en paletas. ¡Entonces es cuando la terracota está lista para los clientes!
Así obtenemos un suelo suave ligeramente rosado, que solo es posible de conseguir a través de una combinación de excelentes materias primas con un proceso artesanal, capaz de inspirar una sensación natural y acogedora en su hogar.

Moldagem da terracota

É a partir daqui que o nosso processo de fabrico se distingue, já que os ladrilhos, tijolos e outras peças decorativas são todos moldados à mão, um a um, conferindo a cada peça um aspecto único. Temos ainda assim dois modos diferentes de produzir a terracota, que dependem essencialmente da maneira como se desmolda a pasta: a terracota desenformada a areia e a desenformada a água. A maioria da terracota que produzimos fica com um acabamento de barro ao natural, isto é, com a cor original da pasta que é moldada. Contudo, os chamados “Ladrilhos Santa Catarina” levam um acabamento com barro branco sob a forma de umas riscas verticais feitas com os dedos pela própria pessoa que os molda, nesse mesmo momento. Na fase da moldagem o trabalho é feito por equipas de duas pessoas: o que molda a terracota e o que dá o acabamento final e coloca nos secadores.

Secagem

A terracota precisa secar totalmente antes de seguir para o forno e o tempo de secagem pode ir de uma semana no Verão até mais de um mês no Inverno. Isto acontece porque a secagem é feita naturalmente, à temperatura ambiente. Nesta fase algumas peças podem rachar ou empenar, em caso de grande amplitude térmica. Isto acontece principalmente com as peças de maior dimensão: terracota 30×30 cm, 40×40 cm e 50×50 cm.

Preparar para a enforna

Depois de secos os ladrilhos são retirados dos secadores, tendo o cuidado de separar aqueles que tenham rachado ou empenado durante a secagem. Nesta fase chegam a perder-se 10% a 20% das peças, principalmente no Verão quando se atingem temperaturas muito altas.

Enforna

A terracota é levada para o forno onde é enfornada por camadas: na parte inferior do forno é colocado o tijolo burro, em seguida os ladrilhos com formatos e tamanhos médios, e finalmente na parte superior as peças e ladrilhos mais pequenos.

Cozedura

Em seguida e depois de algumas horas de pré-aquecimento, os ladrilhos são cozidos lentamente no forno ao longo de mais de 36 horas, adquirindo uma tonalidade natural. O forno é alimentado com madeira, serradura, bagaço de azeitona e restos de cortiça.

Desenforna e Paletização

Após terminar a cozedura é necessário esperar quatro a cinco dias para que o forno arrefeça, só então é feita a desenforna. Todo este processo é feito manualmente: o material é retirado do forno, separado, seleccionado e colocado em paletes. A terracota está pronta a seguir para o cliente!

Obtemos assim um chão em tons suaves ligeiramente rosados, só possível através da combinação de uma excelente matéria-prima com um processo de fabrico artesanal, capaz de inspirar um ambiente natural e acolhedor na sua habitação.